Tras empatar el segundo partido en Avellaneda, gritó por séptima vez campeón de América. En la final salió al campo de juego frente a Grêmio, el campeón defensor. El buen nivel demostrado continuó en la fase semifinal de grupos, donde compartió el suyo con Nacional y la Universidad Católica de Chile, alcanzó nuevamente la final de la Copa Libertadores ganándole a Nacional en su última fecha.