Los siguientes meses son para el Granada meses de incertidumbre, como para el resto de equipos, ya que, se desconocía si se podría disputar lo que quedaba de liga, lo que hubiese supuesto un palo económico muy grande para todos los equipos de la competición, que iban a ver disminuidos sus ingresos por derechos de televisión, así como los de los patrocinadores. Dichos colores fueron elegidos por los fundadores del club coincidiendo con los azul y blanco de la Federación Aragonesa de Fútbol, como símbolo e identidad del equipo de Aragón.