En los años 20 ya se incorporó la corona para certificar la «realeza» del equipo, pero cuando se toma esta foto, a principios de los años 30, la República impide todo distintivo monárquico. Aquí hemos tenido y seguimos teniendo todos los años un número muy bueno de abogados y abogadas que se incorporan a la casa con mucha ilusión y muchas ganas por desarrollar su carrera profesional.