El jesuita español José Manuel Peramás escribió en su libro De vita et moribus tredecim virorum paraguaycorum: «Solían también jugar con un balón, que, aún siendo de goma llena, era tan ligero y rápido que, cada vez que lo golpeaban, seguía rebotando algún tiempo, sin pararse, impulsado por su propio peso. En el aspecto deportivo destacó el partido que jugaron el 6 de septiembre los equipos del Sevilla F. C. y la Selección de Brasil, que terminó con empate a uno.