Con toda la afición boquense emotiva, Riquelme se retiró en los últimos minutos del partido, y festejó junto a la afición la victoria revoleando su camiseta. A partir de ahí Boca sufriría constantes cambios de entrenadores, sumado a los continuos problemas físicos de Riquelme. Mientras que en Boca era laureado desde su juventud, varios críticos, periodistas y jugadores cuestionaban su compromiso en grandes citas, en especial con la selección argentina.